Aniversario del Servicio de Abastecimiento
Más de cinco décadas abasteciendo a la Fuerza Aérea
El Servicio de Abastecimiento es la dependencia de la Fuerza Aérea que se encarga de adquirir todo lo necesario para la organización (desde material aeronáutico hasta víveres y uniformes).
A pesar de que este servicio fue creado el 16 de mayo de 1967, su origen se remonta una década atrás con la Sección Intendencia y con el posterior Servicio de Administración y Suministros de la Fuerza Aérea.
Palabras del director del Servicio de Abastecimiento, Cnel. (Av.) Charles Fernández
El pasado 16 de mayo se conmemoró el quincuagésimo cuarto aniversario de la creación del Servicio de Abastecimiento, el cual comenzó a gestarse dentro de la IV división (Servicios) del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, el 19 de octubre de 1957, por la Orden de la Inspección General N° 389, donde se creó la Sección Intendencia, donde se fue desenvolvimiento, hasta el 6 de agosto de 1959 cuando se crea el Servicio de Administración y Suministros de la Fuerza Aérea (SASFA), quedando a su cargo el May. Asdrubal Miranda, quien había sido trasladado desde el Ejército, en el año anterior.
Este servicio tomó a su cargo la administración de los rubros de la Fuerza Aérea que hasta ese momento eran administrados por el Servicio de Intendencia del Ejército y la Marina. Su primera sede fue en el local de la Inspección General de la Fuerza Aérea en las calles Uruguay y Yi.
Posteriormente, se organizaron los Comandos Aéreos y desde entonces, la estructura, organización y nombres han estado en una constante modificación hasta el 16 de mayo de 1967 cuando se crea El Servicio de Abastecimiento.
Actualmente el Comando Aéreo Logístico a través de este servicio es el encargado de las compras de material aeronáutico, no aeronáutico y de apoyo, cumpliendo con la gestión de las mismas y rigiéndose por las normativas legales que regulan el proceso de adquisición. Se encarga además de la recepción y distribución de los insumos adquiridos. Estas tareas son de vital importancia para el mantenimiento de las funciones de la Fuerza Aérea Uruguaya y posibilitan el cumplimiento de todos sus objetivos.
En estas épocas tan especiales, celebramos un nuevo aniversario. Aniversario que nos lleva a destacar algunas de las misiones tan importantes que pudimos llevar adelante, como lo fue la participación de nuestro personal en un remate público internacional del bien mueble Hawker C-29, el cual fue realizado en doble modalidad, ajustándonos a las medidas sanitarias establecidas, para poder obtener el mejor precio que el mercado ofreciera.
Además, la negociación exitosa que llevo adelante el Estado Uruguayo con el Reino de España por la adquisición de dos aviones Hércules KC-130H (denominados FAU 594 y FAU 595) los cuales tienen un remanente de 17.000 horas de vuelo, lo cual traducimos en casi 40 años de servicio en nuestras filas. Esta compra nos dejó entrever la buena comunicación y desarrollo entre los organismos que intervinieron en la adquisición, los cuales al igual que nuestro Servicio, dedicaron jornadas de estudio y trabajo, permitiendo efectuar el procedimiento con eficacia en tiempo record fruto del trabajo en equipo.
Destacar además, el gran número de misiones de apoyo al combate contra el COVID-19, el constante abastecimiento de insumos de higiene y prevención, la gestión de liberación de aduana de los Ultra Frezzer necesarios para el almacenamiento de las vacunas, el mantenimiento de las aeronaves en orden de vuelo y las coordinaciones de combustible para las misiones de traslados de vacunas y otros insumos.
Recientemente nos vimos involucrados en el traslado de nuestra aeronave FAU 092 “Dauphin” al centro de mantenimiento de la empresa Airbus ubicado en la ciudad Santiago de Chile, para la “inspección mayor de 144 meses”, inspección que implicó un arduo trabajo y despliegue logístico.
También quiero resaltar los innumerables retos que sobrepasamos en el transcurso del año, actuando con eficacia, desglosando el mejor uso de los siempre escasos recursos disponibles, que agravaron nuestra situación con un recorte presupuestal, pero la calidad de nuestro personal entrenado y adiestrado para actuar bajo presión, con juicio crítico y razonamiento reflexivo nos dejó superar las misiones programadas y las imprevistas.
El éxito no se logra con suerte, es un resultado de un esfuerzo constante. Por lo mismo, no me quedan más palabras que agradecerles por el suyo, por sus servicios prestados y exhortarlos a redoblar los esfuerzos. Sepan que nada puede reemplazar el valor del trabajo en equipo.